La crisis financiera del final de la década de los 90’s nos dejó como lección que el flujo de caja es más importante que los estados financieros. Muchas entidades financieras analizan con detenimiento dicho flujo antes de realizar un préstamo pues una empresa que no haya tenido buenos resultados por alguna razón particular, pero que cuente con un flujo de caja sano será sujeto de crédito, mientras una empresa que tenga una caja deficiente puede no cumplir con sus obligaciones financieras.
Es así como los dueños, gerentes, administradores y directores financieros son muy hábiles y cautos en el manejo de la caja, pues de esta depende su supervivencia y crecimiento. Ahora bien, hay dos gastos que no dan espera y son la nómina y los impuestos. A excepción del retail, la mayoría de empresas venden a crédito, otorgando plazos de 60 hasta 120 días. Sin embargo, no pueden pagar sus impuestos a 60 días del vencimiento o pedirles a los colaboradores que les den una espera de 120 días.
En consecuencia, en algunos momentos se requiere financiación para poder aportar al flujo de caja los fondos necesarios y cumplir las obligaciones. Tradicionalmente esta financiación la obtienen las empresas con líneas de sobregiro, cupos de crédito rotativo o factoring.
Estas operaciones son dispendiosas y requieren de documentos, sellos, diligencias. Ahora el factoring será electrónico. Este modelo de financiación mediante el cual una empresa puede mejorar su flujo de caja vendiendo las facturas que tiene por cobrar sobre servicios prestados o bienes vendidos. Con este modelo los interesados pueden adelantar los ingresos de las facturas que pueden estar a 60, 90 o 120 días.
Para realizar factoring, la empresa busca entidades financieras, que pueden ser bancos, fiducias o empresas dedicadas a la compra de facturas, que estén interesadas en comprar estos documentos. El vendedor recibe el dinero de manera inmediata a una tasa dispuesta por el financiador y cede el derecho de cobro de su factura al nuevo tenedor, en este caso el financiador, quien hace el cobro de la factura en la fecha acordada en la negociación.
A través de la plataforma LiquidezYa de Carvajal, las empresas podrán completar de manera digital sus operaciones de factoring, vendiendo las facturas que consideren, cuando lo necesiten a un ecosistema de múltiples financiadores que tienen interés en la compra de ellas. De esta manera, la nómina no tiene que esperar.
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